martes, 8 de junio de 2010

7.18am


Me despierto a las 6 y me obligo a remolonear en la cama hasta las 7 mientras sorbo una taza de té jazmín con leche de soja y liquido con ansia los libros que van cayendo en mis manos. Pongo Radio 3, veo cómo la niebla del amanecer cubre la sierra de La Cabrera y disfruto de las ideas que borbotean en mi cerebro efervescente.

Las 7 de la mañana me parece una hora razonable para abandonar las sábanas, o quizás haya leído demasiado a Amélie Nothomb, porque no aguanto demasiado a pesar de lo idílico del momento. Siento la imperiosa necesidad de sentarme frente al ordenador y exprimir la ebullición de mi despertar.

Es el mejor momento del día.

1 comentario:

Vari dijo...

Yo tb soy de remolonear, pero sin hacer nada. Simplemente dar vueltas y vueltas en la cama y estirarme una y otra vez..
Buenos momentos, si señor.