Así soy. Es lo que hay

Me llamo Pokol, tengo 28 años, mido 1.65cm y peso 52kg.
Tengo una oreja más salida que la otra, pero con el tiempo ha llegado incluso a hacerme gracia.

Así soy.

Me gusta viajar y degustar nuevas experiencias. Contemplar el paisaje recostada de lado en el asiento de un tren, los interminables pasillos de los aeropuertos...
Los colores y las comidas, lo inusual y distinto, lo nuevo, y todo aquello que espera ser experimentado. Lugares que se impregnan de tantos colores como yo.

Así soy.

Soy observadora. Charlatana y callada. Amante de la naturaleza, lo ecológico y lo biológico. Estoy enamorada de los fortuitos encuentros forjados entre palabras, de las texturas, de los sueños, de las sensaciones, de mis antebrazos y de su piel de gallina, sinónimo de reacción y sentimiento.

Así soy.

Introvertida y exigente. A veces soy actriz de reparto en esta vida que me va otorgando roles. Los disfruto, pero las funciones acaban y el telón termina por caer sobre mis hombros.

Así soy.

Adoro escribir. Los movimientos de manos y dedos hacen que fluya la sangre por mi cuerpo y me sienta viva. Yo misma.

Así soy.

Leo. Leo muchísimo. Y me pierdo en mis lecturas. Ayer fui una escritora china descubriendo el erotismo en su propia piel, hoy vivo en un mundo de princesas y mañana volaré a Medio Oriente bajo seudónimo.
Ellos no fallan y no juzgan. Siempre lo dan todo, con sus páginas abiertas, meciéndome en un mundo de algodones de ensueño.

Así soy.

Tengo miedo a hacer daño y tengo aún más miedo al abandono. Así que callo. Demasiado. Creo que nunca nada es tan malo y no lo digo.

Así soy.

Sensible y rozando la hipersensibilidad. Tengo detectores sensoriales hasta en las uñas de los pies. Me impregno de las sensaciones, de lo que se muestra con la mirada y con los gestos. No hace falta hablarme, porque lo sé, lo siento. Interiorizo el dolor ajeno como propio y me apego al sufrimiento.

Así soy.

Muchas veces me miro a mí misma y no me gusto. O lo que es peor, me gusto y creo que no debería gustarme. Pero eso es cosa mía. Yo quiero a los demás y les cuido, para que a ellos no les pase.

Así soy.

Soy patosa en el suelo a pesar de bailar en la roca. Siempre tropiezo, me caigo, me hago algún moratón...

Así soy.

Puertas, cerraduras y cajas son mis grandes enemigos. No sé ni abrirlas ni cerrarlas. Mis manos están destinadas a escribir y crear, aunque siempre hay alguien dispuesto a ventilar mi casa.

Así soy.

A veces no puedo parar en mi proceso de creación. Mi cerebro desborda ideas de alocada imaginación que se enlazan con trapos de algodón azúl.

Así soy.

Soy una neurótica de la comida sana y de las propiedades y beneficios de todos los alimentos. Me gusta sentirme limpia y que mis órganos se nutran de color.

Así soy.

No me gusta que me disparen con perdigones cuando mi mente está volando lejos, porque me hago daño al caer. Me gusta que me observen, que disfruten de mi vuelo y que me tiendan el brazo para que no me confunda en mi regreso.

Así soy.

En realidad tengo dos yos. Uno es tranquilo y el otro es nervioso. El tranquilo es más yo que el otro, pero el otro me hace sentir a veces mejor que el yo.

Así soy.

Desayunar en familia, con mi pareja...Disfrutar del acto de cocinar, de compartir un buen vino y charlar. Conversar escuchando. Decorar mi vida y mi entorno, que los colores sean mis compañeros de piso.

Así soy.

Con días tristes. A veces demasiado tristes. Aunque no es nada malo, es el sino del espíritu creativo, el epicentro de las ideas.

Así soy.

No soporto la presión, ni la mía ni la de los demás. No doy respuestas en el acto, ni poseo gran capacidad de palabra. Mi conciencia queda aterrorizada y huye ante los embates de las divinidades de la verborrea, así que me veo obligada a perseguirla con mi caballo verde entre neuronas y materia gris. Cuando la alcanzo, la atrapo con una jaula de hilos de seda. Entonces, impongo mi autoridad y le digo, "¡piensa y reacciona!".

Así soy.

Ordenada y estructurada. O meto en carpetas todos los algodones que flotan en mi cabeza o se me escapan por las orejas.

Así soy. Es lo que hay.