
Yo pensaba que sólo había un yo. O sea yo. Hace poco descubrí que había otro yo. Y ahora resulta que viene en pack de 3 (como los botes de maiz, que te llevas 3x2).
El ordenamiento y las funciones de cada uno de ellos es algo fácil de entender, en teoría, pero difcíl de controlar, en la práctica. A mi por lo menos, me vuelven un poco loca. Los tres hablan y piden y a veces me gustaría tener un cuarto yo para mandarles callar a todos.
Empezando por el principio, el Ello... Este me gusta mucho, porque se corresponde con lo innato, lo primitivo, la personalidad de cada uno de nosotros. Yo tengo un ello como una catedral de grande, que hace lo que le place.
Luego tenemos al yo. Este es más racional y me mola menos, la verdad. En esta última época he decidido hacerle un poco de caso, porque se dedica a cumplir lo que el Ello le ordena y claro, con tanto ello, el yo está hasta arriba de trabajo. Bueno, en realidad se cobraba las horas extra produciéndome una tremenda fatiga física.
Y ahora resulta que existe un Super yo. Éramos pocos...Y éste...Éste da por...Es el contraldor de mi yo. Me dice lo que debería hacer, lo que está bien...¿Será esa vocecita que tengo en la nuca y a la que algunos denominan conciencia? Es posible...
El caso es que dentro de mí hay un tremendo gallinero. Entre unos y otros andan a gritos todo el día. Y yo, Pokol, consciente, inconsciente, moral y amoral, en todo su conjunto de conciencia colectiva de colección de yos, he decidido que necesito unas vacaciones "fluidas". Me he dejado llevar por, ¿yo?, ¿ello?, ¿super yo?, ¿por las fuerzas del universo?, ¿por mi chakra cuatro?, ¿por Pink Floyd?...
Da igual, lo importante es el resultado. Entre fluidos, debates y activaciones energéticas tenemos un resultado: me voy de viaje. Bueno, de vacaciones, pero es que hacía muchísimo tiempo que no me iba yo sola con mi yo, mi ello, mi super yo y mis chakras (ordenados, activados, cargados o ausentes). Es una necesidad vital, salir lejos y experimentar nuevos colores y especias que calmen todo lo que llevo dentro.
El destino: Vietnam. Todavía me queda un tiempecito hasta que me vaya, pero de anticipo...

3 comentarios:
Un pequeño paraiso...
Una se conformara con ir en semana santa a Cuenca, Valeria... a ver si mis yos o miniyos se cansan, se agotan y desconectan un poco para dejarme llevar...
aaaaaahhh, ello, yo y superyo???? así estoy de caótica, claro... vamos, esto es: el corazón, la razón y pepito grillo ¿no?
Pues yo como tú, más piel y corazón (ello, lo primitivo). Así me va... ;)))
Un beso princesa!
Qué vivan los YOS pues... :-)))
( los que sean... ;-)))
Un buen destino.. sin duda.. sobre todo para el alma... y para tu otro yo.. ;-)))
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