Aturdida. Me encuentro aturdida, de tanto escalar, de tanto reír, de tanto disfrutar, de tanto beber, de tanto tomar el sol.
Han pasado casi tres años desde que fui a San Fausto. Un lugar precioso pegadito a la sierra de Urbasa, pegado a la ribera navarra. Hace mucho que no escalo y todo tiene que venir poco a poco. El cuerpo se acuerda aunque los músculos se quejan y la cabeza no despierta. Pero de algo sí me acuerdo: de las cenas al lado de la furgoneta, de los dedos hinchados al anochecer y de las risas entre vía y vía.
Habría escalado cuarenta días más sin parar a este ritmo pero el domingo me esperaba un relax absoluto con una pequeña sobredosis de txakoli en Zarautz. Me hablan y estoy tan cómoda que me duermo y dejo que las historias me trasporten a otro mundo...
Me encuentro aturdida. Hoy es lunes y sigo aquí.
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