viernes, 3 de septiembre de 2010

Om Namah Shivaya

Escalamos hasta llegar a las puntas de los dedos, arriesgamos un paso más hasta caer en nuestro interior, con certeza y con decisión.

Es una vía larga, desplomada, angosta, con descansos en los momentos oportunos, movimientos gráciles que dulcifican el alma y apretones que envisten contra cada célula de nuestro cuerpo.

Respiramos hondo y esquivamos los golpes, entregamos sin miedo y sonreímos, que para eso estamos aquí.


Así es este viaje hacia el interior.















1 comentario:

Pekas dijo...

Entregarse sin miedos.. a la vida... a la persona... a las montañas...

Bellas palabras...