Se avecinan vientos huracanados y nos juntamos todos, para no salir volando y permenecer con los pies en la tierra. Hay que contarse y sincerarse, saltar las brechas cercanas a un lago, aún corriendo el riesgo de caer al agua. Sin vuelta de hoja, tal cual somos, que el viento ya trastoca bastante. Eso sí, todo en buena compañía.

Hay que seguir,
estamos en camino.
Aquella luz nos dio la confianza.
Hay que ignorar la voz que nos advierte
que no hay nada mejor en lontananza.
Y qué más da, seguimos caminando,
cargando de esperanzas al futuro.
Tiempo después, tal vez nos demos cuenta:
Aquello que anhelábamos ya ha sido.
Anay Sala Suberviola, Y (turno de réplica), Premio Carmen Conde de Poesía, Colección Torremoza


5 comentarios:
El camino compartido es mucho más bonito...
Cuídate cokita...
Jo, pues con la buena compañía perdí otro pendiente!!!! Cachis! Ahora los pierdo en los pueblos en vez de en la parada de metro, jajaja. La de pendientes sueltos que tengo...Esto no puede ser!!!
M-cachis? pero si los pendientes desparejaos... molan!
Qué risas más sanas... Un besico y muchos recuerdos bonita... Aquí en Zaragoza me cambio de casa y por supuesto que me llevo ciertas tazas chulísimas del Kukutxumuxu...
Un abrazo pal Chavete...
Besico y hasta la vista Cuenquista
Todos nos cambiamos de casa! Alpinista! Cuando vengas a La Cabrera te quedas en mi casa que vivo a 10 minutos! Olei!!!!!
Publicar un comentario