Endulzo mi mañana con un té de cariño rojizo y dedico una sonrisa espontánea, leal, inquebrantable. Camino y estoy cerca.
Subimos al Mondalindo, estoy cansada de la mudanza, pero vivo en un mundo de vacaciones, en mi propio sueño que ahora ha llegado al cruce de mi propia vida.
Ahora
En esta hora inocente
Yo y la que fui nos sentamos
En el umbral de mi mirada
Alejandra Pizarnik, Árbol de Diana
2 comentarios:
Té rojizo, o verdoso, o negro, de colores... con aromas varios.. lo importante es como nos calienta el alma.. ;-)))
mondalindo lindo lindo lindo...hace unos meses que pise su linda cumbre....
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