
A veces no me sale nada, nada de nada, pero tengo tanto dentro que voy dando tumbos de un lado a otro como un pato mareado y busco la libertad como un gato enjaulado. A veces me asfixio conmigo misma y necesito expresar, escribir, crear, aunque no siempre me queda claro el qué.
Así que cuando esto sucede, simplemente escribo. Amaso las palabras, las endulzo con la perspectiva de la distancia y las dejo reposar en el horno. Hay ocasiones en las que no obtengo más que unas magdalenas chafadas, pero otras veces consigo la medida justa de azúcar, harina, levadura y chocolate y me como unos brownies literarios espectaculares.
¿Y quién no se siente bien después de comerse unos brownies?
Así que cuando esto sucede, simplemente escribo. Amaso las palabras, las endulzo con la perspectiva de la distancia y las dejo reposar en el horno. Hay ocasiones en las que no obtengo más que unas magdalenas chafadas, pero otras veces consigo la medida justa de azúcar, harina, levadura y chocolate y me como unos brownies literarios espectaculares.
¿Y quién no se siente bien después de comerse unos brownies?
4 comentarios:
pues compártelos, so egoísta
;)
je, qué coincidencia, me pide que verifique la palabra "coukee"
jajajaa. Es q están tan buenos...:)
qué ricos pokolita!!!!!
seguro que además pones chocolatito literario caliente por encima...
quiero!!!!!
♥
A veces empachan... igual que uno mismo. Un secreto: Yo también uso las letras como terapia. Será deformación profesional?
Un besico, preciosa.
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