jueves, 21 de enero de 2010

Creando brownies


A veces no me sale nada, nada de nada, pero tengo tanto dentro que voy dando tumbos de un lado a otro como un pato mareado y busco la libertad como un gato enjaulado. A veces me asfixio conmigo misma y necesito expresar, escribir, crear, aunque no siempre me queda claro el qué.

Así que cuando esto sucede, simplemente escribo. Amaso las palabras, las endulzo con la perspectiva de la distancia y las dejo reposar en el horno. Hay ocasiones en las que no obtengo más que unas magdalenas chafadas, pero otras veces consigo la medida justa de azúcar, harina, levadura y chocolate y me como unos brownies literarios espectaculares.

¿Y quién no se siente bien después de comerse unos brownies?

4 comentarios:

la granota dijo...

pues compártelos, so egoísta

;)

je, qué coincidencia, me pide que verifique la palabra "coukee"

Pokol dijo...

jajajaa. Es q están tan buenos...:)

Ona dijo...

qué ricos pokolita!!!!!
seguro que además pones chocolatito literario caliente por encima...
quiero!!!!!

Becki dijo...

A veces empachan... igual que uno mismo. Un secreto: Yo también uso las letras como terapia. Será deformación profesional?

Un besico, preciosa.