Sapa

Varios dias en los Alpes Tonkinenses. Llego a las 5 de la manana despues del tren nocturno y directamente me voy a patear entre pueblecitos y ganado. Mongs negros, Zaos y Tais. Tres grupos etnicos de la zona. Las mujeres me siguen, me preguntan mi nombre, me ensenan sus pulseras. El paisaje no es tan verde como creia. El barro lo inunda todo.

Seguimos caminando y aparecen ninos. Caras y manos sucias, souvenirs para los turistas colgados con un imperdible de su camiseta. Han aprendido a decir "Compra" en ingles. Se dan la vuelta cuando digo no y leo Unicef en su cartera. Me maldigo un poco y pienso "compro?". No, no puedo contribuir a que la caridad sea el modo de vida de estos ninos, es mejor contribuir con donaciones a sus colegios y al hospital.

Mu es mi guia. Pertenece a los mongs negros. Dejo el colegio hace unos anos y tan solo tiene 18. De su casa a Sapa hay 3 horas caminando, distancia que recorre casi todos los dias para recoger a turistas y hacer los 18km de trekking. Eso supone levantarse a las 4 de la manana y ver a su familia 2 veces al mes.

El ultimo dia solo quedamos yo y Mu. Vamos a otro pueblo y no hay turistas. Sus amigos se sientan con nosotras y me dan de comer arroz pegajoso. Una especie de arroz muy preciada ya que solo crece en las zonas mas altas. Esta bueno y lo comemos con cacahuetes.

-Mu, has estado en China?
-No, odio a los chinos. Son malos-
-Por?
-Si estamos en la calle de noche nos secuestran y nos venden. Mi mejor amiga desaparecio 18 dias. Tuvo suerte de saber escribir y leer y pudo mandar un sms a su novio y el llamo a la policia. Cuando volvio lloro mucho y tenia mucha hambre.
-............
-Mu, cuantos anos tiene tu madre?
-46
-Es muy mayor para que tu seas la mas mayor no?
-Es que todos mis hermanos mayores murieron...
-Es lo normal aqui?
-Si. En todas las familias.
-..............

Cosas que aprendemos en el colegio y que a veces no tenemos en cuenta, indices de alfabetizacion, mortalidad infantil, explotacion infantil...

Y yo estoy aqui, a salvo en mi hotel. La puerta esta abierta pero su marco separa mi mundo de comodidad-"ahora mismo le llevamos la ropa limpia a la habitacion"-del suyo. Ellas permanecen sentadas en la escalera. Quieren vender y no volveran a casa hasta que vendan algo. Cuando lleguen, se pondran a trabajar.

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Por lo demas. Bien. EL malarone y la comida rural me han dado el dia en el lugar menos indicado: un mercado en Bac Ha. Todo lleno de ganado, gente y ni un solo bano de taza. Pero el huracan ya ha pasado.

He conocido a un grupo de gente interesante. Una pareja de polacos que llevan dos anos viajando por el Sudeste Asiatico, un artista de San Francisco fascinado por los colores de Vietnam y su compeanera. Estamos intentando salirnos de lo "normal", ver si podemos llegar por nuestra cuenta a un pueblo en el que fabrican una espoecia de papel tradicional de esta zona. A ver que sale...

YA no me queda ni una semana y ahora estoy metida ya en Asia como nada. Estoy metida en el viaje, en la rutina del cambio, de la improvisacion, de la resolucion de problemas y tengo tanta, tanta, energia que me sorprende que la gente me diga "Es que eres como un huracan, eres vivaz y llena de luz". Me da que pensar. No soy asi en MAdrid. Alli mi vida me atrapa, consume mi energia. Aun asi, lo echo de menos. Ley de vida.