sábado, 31 de octubre de 2009

El bichito asiatico

En Sapa me puse enferma. Se me metio un bichito en la tripa que me hizo vomitar y retorcerme de dolor. Le acepte, le deje que hiciera conmigo lo que quisiera. Ahora convive conmigo y ya no me hace dano.

Creo que es el bichito asiatico. Si lo pillas, se queda para siempre. Si lo pillas, estas perdido, porque no querras volver. Anoraras tu tierra pero recordaras las sonrisas, el asqueroso olor de aquella salsa de pescado que se derramo en tus manos y que no se iba ni con alcohol, las calles llenas de motos y la tranquilidad de saber que uno puede cruzar con 200 motos y estar seguro de que nada va a ocurrir. A mi vuelta estare con mi gente y en mi sitio, pero ya no habra mas paquetes prensados en hojas de platanero dispuestos a sorprenderme: este tiene arroz pegajoso con pollo, este tiene pasas y cacahuetes...

Vuelvo a la rutina y al lugar que amo pero he decidido llevarme a mi bichito conmigo. Quiero que me recuerde lo libre que me he sentido, lo fuerte, decidida y extrovertida; quiero que me recuerde que soy capaz de fluir, de no anticipar las cosas y de resolver todo lo que venga. Quiero que me recuerde las caras de todos aquellos que me han conocido y que se han prendado de mi y quiero que gracias a el yo misma me acuerde de todos ellos, desde los companeros de autobus, hasta la tia de Zao en Sapa, a quien le prometimos volver el ano que viene.

Hoy hace mucho calor y todavia me quedan unas horas. Calzado comodo y de nuevo siento la necesidad de sumergirme en el Saigon que nadie visita, aquel en el que se comen ranas con arroz, en el que me dan cigarrillos en vez de agua y en el que siempre sonrien.

Nos vemos en unas horas. Bye bye Viet Nam. Ha sido un placer compartir tus colores.

1 comentario:

Bultako dijo...

Me alegro de que te lo hayas pasado bién, y me alegro de que hayas vuelto sana y salva ( con bicho incluido)
Besos