Almax de Roca

¡Qué poco pesa la mochila cuando uno no escala! Me voy a la Pedri con mis coleguillas del roco. Llueve algo, pero la Pedriza nos deja entrar en ella y nos escucha mientras ponemos el mundo del revés. Cuando nos pasamos, empieza a llover mucho más y decidimos volver. Comemos plácidamente encima de una roca y más tarde tomamos el aperitivo en el bar.

-¿Es usted....?
-Sí, soy yo.
-Mire, le llamo porque han encontrado su cartera en el centro Alcalá Norte.

Recupero mi cartera robada hace ya una semana. "Ha aparecio mi krtra. bsos." Nos tomamos unos cuantos vinos y pienso en vivir en Madrid, fuera, en furgoneta, en no furgoneta. Empiezo a hacer números (redondeando, claro está) y ya tengo algo para entretener la cabeza.

Por la noche miro el pronóstico del tiempo en meteored: lluvias y tormentas. Oh, oh. Cuenca no se va a dejar. Hablo con Gonzalo y opina lo mismo. Viene el Chavo y sugiere el Barranco del Fin del Mundo. Bueno, pues con todo el dolor de mi corazón, allá vamos...

Me meto en la cama con dolor de cabeza después de los 3 ó 4 vinos de la tarde. Sigo pensando en pisos y furgonetas pero comol os números no son lo mío, tanto cálculo me produce somnolencia Me duermo profundamente y no abro el ojo hasta que suena el despertador.

El día amanece despejado pero mi cabeza amanece nublada. Un poco de resaca y un ataque de acidez mental que no se cura con Almax.

-¿Ves niña cómo al final nos libramos?
-Ya...
"Pues mándales el CV a los de Meteored a ver si te contratan"pienso.

Como una buena acidez estomacal, lo mío dura todo el trayecto desde Madrid hasta el barranco:

-Pero esto está lejísimos-dice Gonzalo
-A ver si te crees que le habían puesto ese nombre por placer-respondo.
-¿Y ese pavo con la señal?-pregunta Gonzalo.
-Nada, que como hemos tardado tanto nos cierran el pueblo.

En fin...Llega un momento en el que no puedo evitar reírme con mi propia acidez (conseguí que no me abandonasen en una gasolinera en Tielmes) y cuando al bajarme del coche el Chavo me coge por el cuello y hace amago de estrangularme decido meterme una buena dosis de Almax mental y centrarme un poco.

Llega el resto de la banda. Se han dejado todos barba...
-¿Qué pasa, que ahora sois Papá Noel?

Shhhhhhh Pokol, por favor. Para ya.

Nos ponemos a escalar. Dos quintos chusteros para calentar y apreciar mejor las buenas vías. Luego nos metemos en un 6b obra de los Pipa y me sorprendo en un vía Pipa que no aleja y no es puñetera. ¡Olé! Pero esta vez toca probar vías de nuevos equipadores. Le doy a Crema Catalana, que me parece muy disfrutona, salvando una pequeña sección, y luego pruebo la Chavovía, Contigo al Fin del Mundo (sí, el fin del mundo después de los pueblos cerrados, la gasolinera en la que casi me abandonan...).

Empieza a llover. Si al final los de Meteored tenían razón...Huele a tierra mojada y me sube la tensión. Pero no hay tormenta. No. La calma llega pronto y pronto cae también otro vinito, otro camino de curvas, un momento más para pensar en pisos y furgonetas.