Diálogos en El Puro

Por fin he tenido mi dosis de pared, silencio y montaña.

Realmente no pensaba que mis gatos fueran a tocar las paredes de Riglos, pero tras tres semanas de descanso, la salud se dignó a darme un respiro. Hoy lo pienso y parece como si las fuerzas hubiesen surgido de la nada para permitirme subir esta gran pared.

A pesar de todo fue duro, muy duro. Las panzas me resultaron complicadas y los agarres de lotería de los últimos largos se convirtieron en una gran lucha mental.

Pero pude disfrutar de mi momento, de lo que anhelaba desde hace meses...

Silencio, pared, montaña...

Yo, un respiro...

Allí estaba, en la reunión, sola, asegurando a mi compañero de cordada. Sin nadie, tan sólo observando la fría roca, pensando en la primera cordada que puso un pie sobre ella...El viento, los mosquetones, la cuerda, las piedrecitas silbantes...Todo en perfecta armonía.

Tanta paz y tanta roca...Tanta altura...Tantos pensamientos agolpados en mi mente. Cada paso de estribo, cada paso de roca, una lucha real, una belleza eterna, digna de mención en diálogos socráticos y platónicos...

Gracias a todos los maños por vuestras calurosa acogida, a mi compañero de cordada por la cima y a mis queridos bloggers por vuestras eternas sonrisas.

Fotos: robadas para variar de Vlady y Soneman