Día "Al Reverso"

De cómo me quemé la mano asegurando y el Yelmo se apoderó de mi vida...

Mañana tranquilita de principios de noviembre. Nos juntamos varios de los romanus del club para escalar en el Yelmo. Yo voy con Antonio de compi de cordada. Vamos el sábado porque yo me he emperrado y no quiero chuparme el atasco del domingo. Así que allá vamos. Empezamos a subir al Yelmo, nos dividimos en cordadas. Hacemos la Walkiria, y nos desviamos, nos metemos en la vía de al lado, volvemos a la vía. Ya ni sé lo que hicimos. En fin. Llegamos, Reu!!! Fotitos chuli que hace buen día. Destrepamos y joder, es que esto de bajar con los gatos de novata... La verdad es que no me apetece hacer otra vía, pero nos ponemos al asunto. Nos dejan un reverso para asegurar. Yo nunca he usado uno y Anotnio tampoco. Total, que lo ponemos mal. ¿Quién lo oueso mal? Pues mira, ya ese tema está discutido y más que discutido. Yo no lo toqué pero tampoco revisé. Antonio empieza a subir, es una de las vías a la derecha de la Walkiria. Llega a un paso de la placa. Se cae, para, se cae, para. Recoge cuerda, dame cuerda, recoge, dame, recoge, dame. Se cae. La cuerda empieza a correr a un velocidad increíble. Quito la mano izquierda de su cuerda para solo agarrar de la de abajo y frenarle. Al pasar la mano, la cuerda va tan rápida que me la quema por completo. Se me cierra y empieza a salir humo negro. La cordada de al lado se da cuenta de lo que pasa. El reverso está mal puesto y yo tengo la mano quemada. Se lanzan a por la cuerda y me dicen que suelte, me caigo al suelo y por fin le frenan a Antonio que ya ha caido dos chapas. Computo final: Antonio flipando y con un simple rasguño en el tobillo. Yo, la mano entera quemada. La tengo cerrada y me dicen que la abra porque si no la abro ahora no podré abrirla luego. Me duele a horrores, tengo todos los dedos llenos de ampollas...

Pasado el susto recojo mis trastos y nos vamos al Rompeolas. Comemos tranquilamente y yo, obviamente, no escalo, porque los dientes todavía los quiero conservar... Así que al final Antonio y yo nos bajamos, nos tomamos unas cervecitas y esperamos a los demás. Ya se va haciendo de noche...A todo esto...¿dónde está mi móvil? No jodas que se me ha caido en el Yelmo...Sólo faltaría que se me hubiesen caído las llaves también...¡no jodas! ni móvil, ni llaves...pero claro...esto ya es otra historia...